sábado, 7 de junio de 2014

Alimentación durante el primer año de tu bebé

Eating-avocado
Publicado en la comunidad Primer Bebé

Tu bebé ya ha cumplido seis meses de edad, y la leche materna debe complementarse con otro tipo de nutrientes, pues los bebés requieren mayores cantidades de energía, hierro, calcio y vitaminas A, C y D para su óptimo crecimiento y desarrollo.
Una buena alimentación es la base necesaria para un buen desarrollo psicofísico y es fundamental para la defensa contra numerosas enfermedades. Este periodo de la vida de un niño es fundamental para la adquisición de los buenos hábitos alimenticios.
Como ya debemos saber, cada niño es un mundo y sus necesidades son diferentes. Por esta razón no existe una cantidad exacta de comida recomendada. Pero si la evolución de peso es adecuada y no existen patologías asociadas debemos dejar que el propio niño marque su ritmo de comidas. De este modo será él el que decida con exactitud cuánto puede comer, sin obligarle nunca a que coma más.


Necesidades nutricionales
En su primer año de vida el bebé necesitará aumentar su masa muscular, calcio para su esqueleto, mantener su nivel energético y recibir vitaminas.
En la gestación el niño recibe los alimentos de su mamá, si la dieta materna carece de algún nutriente, el niño toma las reservas de ésta. Pero tras el nacimiento su desarrollo sigue un ritmo muy rápido, por lo que para asegurar un buen desarrollo físico y mental los nutrientes deberán encontrarse en la cantidad y proporción correcta. Hasta los 6 meses la leche materna es suficiente y necesaria, pues los enzimas del estómago e intestino aún se están formando y su sistema inmunológico es inmaduro.
A partir de los 6 meses la leche materna no es suficiente y son imprescindibles otros alimentos. Es entonces, a partir de este momento, cuando se produce la incorporación de otros alimentos:
  • Se reduce el número de comidas pasando a ser 4 ingestas diarias.
  • Se produce una transición en la manera de comer pasando de la succión a la deglución.
  • La consistencia de los alimentos debe ir aumentando
  • Este cambio debe ser progresivo, buscando pacientemente el momento oportuno de la incorporación  de cada nuevo alimento.
  • A pesar de todo, la actitud del pequeño frente a este cambio puede ser negativa. Ante esto no debes insistir, sino dejarlo para otra oportunidad.


La variedad de sabores
Durante el primer año aprenderá a distinguir sabores y distinguirá: dulce, salado, ácido y amargo. Para ello es importante no disfrazar los sabores para que el niño nos muestre sus preferencias personales. Al final de este primer año su alimentación debe ser similar a la de un adulto.
Dulce: Es el primer sabor que distingue ya que está asociado directamente a la leche materna. Suele ser aceptado sin problemas.
Salado y ácido: Deben ser incorporados con cuidado. El niño puede sorprenderse, aunque no significa necesariamente rechazo.
Amargo: Este sabor no le agradará, pero le ayudará a formar el gusto.


Leche materna
Es el mejor alimento hasta los 4-6 meses, ya que asegura una alimentación perfecta y cubre todas las necesidades. La sustitución por leches maternizadas sólo debe hacerse por necesidad.
Cereales sin gluten
A partir de los 6 meses se introducen los cereales, todavía sin gluten, ya que el aparato digestivo del bebé aún no está maduro y algunos de estos cereales pueden ser el origen de alergias importantes. Los cereales son ricos en hidratos de carbono, proteínas, minerales, vitaminas y en ácidos grasos esenciales. Aún no es el momento de darle pan o galletas.
Fruta en papilla
La fruta supone un gran aporte de vitaminas, fibra e hidratos de carbono. A partir del 5º ó 6º mes puede tomarla en papilla, generalmente en la merienda. Empieza la primera semana con plátano y zumo de naranja. Después ofrécele otras frutas, como pera o manzana y más adelante añade cereales. No le agregues azúcar, leche condensada ni miel. Y escoge fruta madura, ya que facilita la digestión. Es conveniente pasarla por la batidora y dársela inmediatamente para evitar que pierda sus vitaminas.
Las frutas asonsejadas son: manzana, pera, naranja, plátano, ciruelas.
Las frutas que deberías evitar hasta los 12 meses son: fresas, melocotón, kiwi, melón, cerezas
Jugos de fruta
Aunque existen discrepancias entre los expertos, puede comenzarse con 1 o 2 cucharaditas. Para esto, la mejor fruta es la naranja, ya que es rica en vitamina C. Nunca añadas azúcar. Si está muy ácida opta por el zumo de mandarina.
Verduras
A partir del 6º mes debes darle la primera papilla salada, a base de verduras, que podrán ser frescas o congeladas. Éstas le aportarán minerales y oligoelementos, hierro, sales minerales, vitaminas, fibra vegetal, etc. Puede empezar por la calabaza y la zanahoria que tienen un sabor más dulce. Añade aceite al final, nunca durante la cocción. No le añadas sal. Estos alimentos ya tienen la sal necesaria para el bebé.
En el momento de dárselo ten paciencia porque al principio no suele gustarles. Comienza con cucharaditas de caldo de verduras para que se acostumbre al sabor.
Las verduras recomendadas son : Papas, batatas, zanahoria, puerro, calabacín y calabaza.
Verduras a evitar: Col, coliflor, repollo, apio, espinacas, rábano y remolacha. 
Carnes
A partir del 7º mes tu pequeño ya puede comer carne. Dásela, junto con el puré de verduras, cocida sin piel ni grasa y pasada por batidora o trituradora. La carne le aportará hierro, potasio, fósforo, proteínas, minerales y vitaminas.
Las carnes recomendadas al 7ª mes son: pollo, pavo y cordero. La carne roja conviene evitarla hasta después del año.
Cereales con gluten
Después de los 12 meses ya podrán tomar cereales con gluten como el trigo, la avena o la cebada, así como pan y galletas.
Pescado
Algunos nutricionistas recomiendan introducirlo entre  los 10 meses, mientras que otros recién recomiendan hacerlo luego de los 2 o 3 años .
Es conveniente comenzar por pescado blanco (merluza, gallo, lenguado, mero, rape, etc).  Deberás cocerlo limpio de espinas y piel y añádirlo  al puré de verduras sustituyendo a la carne 2 veces por semana. El pescado es rico en ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, vitaminas A y D. yodo, fósforo, sodio y potasio
Huevo
Se recomienda introducirlo luego de los 12 meses, eso sí, siempre cocido y empezando por la yema, ya que la clara además de ser indigesta puede originar alergias. Añádela cocida al puré de verduras, nunca más de 1 o 2 veces por semana.
Yogur
A los 10-11 meses los bebés pueden consumir yogures naturales o mezclados con frutas pero nunca con azúcar o miel. Le proporcionará calcio y proteínas de alto valor biológico.
Los yogures  probióticos se adaptan mejor al bebé porque están hechos con leche de continuación, por lo que se pueden administrar desde los 8 meses.
Agua
Es la sustancia más importante de nuestro organismo y es el medio de transporte de las sustancias nutritivas. Al incorporar los alimentos semisólidos debemos administrarle a nuestro pequeño agua mineral, servida en un vaso involcable para que incorpore la diferencia con la leche.
Recomendaciones generales
  • El bebé debe estar sentado cuando coma.
  • Se le deben ofrecer los alimentos sólidos dos horas después de tomar la leche.
  • Hay que dárselos con cuchara.   Nunca con tenedor.
  • No se les debe adicionar sal, azúcar ni condimentos.
  • Se debe iniciar con pequeñas porciones e incrementarlas progresivamente, a medida que el bebé las acepte.
  • Los alimentos se deben introducir de uno en uno, en pequeñas cantidades y generalmente introducir un alimento nuevo cada 5 días a 1 semana. Hay que evitar darles alimentos con gluten (cualquiera que lleve trigo, avena, centeno o cebada) antes de probar cereales como arroz y maíz.




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