Según la versión más reciente del DSM, el trastorno de Asperger ya no se considera como un diagnóstico oficial (aunque aún es práctico usar el término); en lugar de ello, sus síntomas se incluyen en los pacientes con el trastorno del espectro autista (TEA) que cuentan con un alto o mayor funcionamiento.[1] Puedes tener dificultades para identificar el TEA o el trastorno de Asperger en los niños, ya que ellos pueden contar con un funcionamiento relativamente elevado. Con frecuencia, los niños con el “trastorno de Asperger” cuentan con un nivel elevado de desarrollo lingüístico y un coeficiente intelectual común. No obstante, es probable que puedas identificar a un niño pequeño con autismo que cuente con un alto funcionamiento si le prestas atención a sus interacciones sociales y sus comportamientos. Debes comunicarte con un pediatra si determinas la presencia de síntomas relacionados con el “trastorno de Asperger” o el TEA en tu hijo.Parte 1 de 3: Verificar el comportamiento social
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Analiza las interacciones sociales del niño. Una de las características principales del TEA es la dificultad para interactuar con otros.[2] Por ello, si observas con cuidado la manera en la que interactúa con otros, esto puede ser una manera adecuada de identificar los signos del trastorno de Asperger o el TEA.
- Determina si malinterpreta las señales sociales sencillas (como el turno para hablar en una conversación), ya que esto puede ser un signo del TEA.
- Si tiene dificultades para mantener las interacciones sociales, esto podría ser un signo del trastorno de Asperger o el TEA. Por ejemplo, es probable que el niño abandone la habitación justo cuando esté jugando con otro niño o que se comporte de manera antisocial.
- Los niños que sufren del trastorno de Asperger o el TEA suelen preferir jugar solos e incluso podrían molestarse si otro niño se les acerca. Es probable que solo interactúen con otros si desean conversar sobre un interés o si requieren algo.
- Entre los posibles signos del TEA tenemos a las interacciones sociales extrañas, como evitar el contacto visual de manera constante o carecer de una postura corporal, gestos o expresiones faciales.
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Evalúa la manera en la que juega empleando su imaginación. Este tipo de juego suele ser diferente en los niños que padecen del trastorno de Asperger. Por ejemplo, es probable que a un niño con el trastorno de Asperger no le agraden los juegos sociales, o que tenga dificultades para comprenderlos. Él podría preferir los juegos que cuenten con un diálogo establecido (como interpretar su historia o programa de televisión favoritos), o podría disfrutar creando mundos de fantasía, pero tener dificultades con los juegos de rol social.
- Asimismo, podría parecer que se encuentra “en su propio mundo”, en lugar de querer jugar con otros. Podría tratar de imponerle el juego que elija a sus compañeros o comportarse de manera bastante dominante.
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Préstale atención a la manera en la que interpreta a los demás. Es probable que un niño pequeño con el trastorno de Asperger o el TEA cuente con una noción de las emociones en un nivel conceptual. Él podría tener dificultades para leer e interpretar los sentimientos de los demás en interacciones sociales reales, las cuales suelen contar con un ritmo rápido.
- Asimismo, podría tener dificultades para comprender los límites sociales, como la necesidad de privacidad.
- Si es indiferente a los sentimientos de los demás, esto podría interpretarse como si fuera insensible; sin embargo, esto escapa del control del niño.
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Observa con quiénes elige socializar. Las personas con el trastorno de Asperger o el TEA suelen tener una gran dificultad para interactuar con sus semejantes. Si un niño acude de manera constante a un adulto para conversar con él, en lugar de recurrir a otro niño, es probable que padezca el trastorno de Asperger o el TEA.
- Es probable que los niños pequeños no siempre cuenten con mucha libertad para elegir a aquellos con los que vayan a interactuar; sin embargo, debes tratar de generar oportunidades (como organizar citas para jugar), así podrás tratar de obtener una noción de sus elecciones en la interacción y su comportamiento social.
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Identifica si habla de manera monótona. Una señal del trastorno de Asperger o el TEA es si el niño pequeño (suponiendo que ya habla) conversa con un tono monótono o inmutable. En algunos casos, emplearán mayormente un tono alto o extraño. El trastorno de Asperger o el TEA podrían afectar la manera en la que el niño acentúa las palabras y el ritmo del habla.
- Debes identificar un rango del habla del niño que sea lo suficientemente amplio, así te cerciorarás de que el discurso monótono sea relativamente constante en diversos contextos.
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Identifica el uso inusual del lenguaje. Identifica el momento en el que el niño empiece a unir palabras y si su desarrollo lingüístico progresa con normalidad. En la mayor parte de los niños pequeños (incluidos aquellos con el trastorno de Asperger), esto ocurrirá aproximadamente a los 2 años. El desarrollo lingüístico puede ocurrir con normalidad en los niños pequeños con el trastorno de Asperger o el TEA; sin embargo, el contexto social en el que emplean el lenguaje suele ser atípico; por ejemplo, podría repetir las palabras sin entenderlas.
- Podrías notar que un niño con el trastorno de Asperger cuenta con una habilidad avanzada en el lenguaje y una capacidad verbal muy desarrollada. Por ejemplo, es probable que pueda mencionar todos los objetos de una habitación. No obstante, es probable que su discurso suene demasiado formal u organizado, ya que un niño con el trastorno de Asperger o el TEA suele emplear el lenguaje para informar sobre hechos, no para expresar pensamientos ni sentimientos.
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Préstales atención a las interacciones con los profesores o los empleados de la guardería. Los niños pequeños que sufren del TEA suelen tener dificultades para evitar la rutina. La rutina podría perturbarse si el niño pequeño interactúa con los profesores o los empleados de la guardería. Por ello, si intentas identificar el TEA en un niño pequeño, es esencial que estés al tanto de la manera en la que interactúa en este contexto.
- Si no te encuentras junto al niño durante el día, podrías pedirle al profesor o al empleado de la guardería que supervise determinados comportamientos (como molestarse si se le pide que altere su rutina) y te informe de ello.
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Analiza el comportamiento relacionado con las preguntas y las respuestas. Observa si el niño pequeño responde sus propias preguntas o si solo responde las preguntas de otros sin proseguir con la conversación.[15] Si un niño pequeño sufre del trastorno de Asperger o el TEA, es probable que solo empiece a hacer preguntas sobre temas que capten su interés.
Parte 2 de 3: Analizar el comportamiento repetitivo y la sensibilidad sensorial
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Identifica si tiene dificultades para adaptarse al cambio. Por lo general, un niño pequeño con el trastorno de Asperger o el TEA no acepta el cambio de buena manera y prefiere contar con días altamente estructurados y con reglas. Estas reglas suelen ser imprácticas o un poco arbitrarias, ya que podrían quebrantarse o modificarse.
- Si sueles experimentar las mismas rutinas al interactuar con tu hijo pequeño, intenta cambiar las cosas y analizar su reacción para tener una idea sobre la posibilidad de que sufra del trastorno de Asperger o el TEA.
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Identifica las obsesiones relacionadas con áreas de interés determinadas. Si otras personas o tú lo señalan como una “enciclopedia andante” en relación con un tema, este es un signo que puede revelar la presencia del trastorno de Asperger o el TEA. Es probable que se centre mucho en un tema determinado o que sea muy apasionado con él.
- Si tu hijo muestra un interés demasiado intenso o centrado en un área determinada (en particular, si lo comparas con el de otros niños de su edad), esto podría ser un signo del TEA.
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Identifica los comportamientos motores repetitivos. Los niños pequeños que padecen del trastorno de Asperger o el TEA normalmente exhiben comportamientos motores repetitivos, como torcer las manos de manera constante, dar pequeños golpes con los dedos o incluso hacer movimientos con todo el cuerpo. En comparación con los tics (los cuales duran menos), estos comportamientos suelen ser más largos y guardan un mayor parecido a los rituales.
- Asimismo, un niño con el trastorno de Asperger podría tener dificultades en algunas habilidades motoras, como atrapar y lanzar una pelota. En general, sus movimientos podrían lucir torpes o extraños.
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Identifica las reacciones sensoriales inusuales. Determina si el niño pequeño reacciona de manera anormal al contacto físico, la vista, el olor, los sonidos o el sabor, ya que esto podría ser un indicio de la presencia del trastorno de Asperger o el TEA.
- Las sensibilidades sensoriales varían, pero por lo general, los niños con el trastorno de Asperger reaccionarán de manera intensa a una sensación ordinaria.
- No obstante, a pesar de ser sensible a muchas cosas, es probable que no muestre sensibilidad al dolor.
Parte 3 de 3: Recibir un diagnóstico y tratamiento
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Determina si necesitas a un doctor que realice un diagnóstico oficial. Podrías identificar algunos signos que revelen la presencia del TEA en tu hijo pequeño; sin embargo, básicamente necesitas el criterio profesional de un doctor u otra persona calificada.
- Es probable que el doctor sugiera realizar exámenes para evaluar de manera más exhaustiva los aspectos relevantes del desarrollo cognitivo de tu hijo pequeño, los que podrían revelar ciertos indicios.
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Indícale tus inquietudes al doctor. Si crees que tu hijo exhibe los signos del TEA, indícaselo al doctor. Intenta reunir información pertinente, como si tu hijo presenta alguno de los siguientes signos
- Tiene 6 meses de edad y no responde a la interacción social con una sonrisa que muestre una expresión emotiva feliz.
- Tiene 9 meses de edad y no imita las expresiones o movimientos faciales (como cuando sacas la lengua y tu hijo pequeño también lo hace), o los sonidos.
- Tiene 12 meses de edad y no balbucea ni hace sonidos de bebé.
- Tiene 14 meses de edad y no hace gestos como apuntar.
- No ha pronunciado palabras solas a los 16 meses de edad, o pares de palabras a los 24 meses de edad.
- Tiene 18 meses de edad y no participa en juegos en los que emplee su imaginación.
- Parece que sus habilidades sociales o verbales sufren un retroceso.
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Ten en cuenta que podrían derivarlos a un especialista. Existen personas que podrían especializarse en el diagnóstico o el tratamiento del TEA, como los psicólogos infantiles, los neurólogos pediatras o los pediatras del desarrollo.
- Recuerda que no existe un único examen médico para el diagnóstico del TEA, por lo que debes mantener la paciencia conforme el doctor y tú colaboren a lo largo del proceso de diagnóstico.
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Acepta que no existe una cura; no obstante, existen tratamientos. Si crees que tu hijo padece del TEA, ten en cuenta que no podrá curarse, pero contará con diferentes tratamientos. El propósito de estos tratamientos consiste en maximizar la capacidad de tu hijo para desempeñarse a diario, para lo cual, alivia los síntomas del TEA y se enfoca en los resultados del aprendizaje. Estas son algunas de las opciones de tratamiento:
- Terapia del comportamiento y la comunicación. Esta cuenta con el propósito de disminuir los comportamientos y los estilos de comunicación problemáticos, o enseñar nuevas habilidades para mejorar estas áreas.
- Terapias familiares. Estas se centran en hacer que la familia del niño pequeño aprenda maneras diferentes de interactuar con él, lo que fomentará su desarrollo social y emocional.
- Terapias educativas. Estas consisten en programas altamente estructurados y diseñados de manera personalizada, los cuales son implementados por un equipo de especialistas que cuentan con experiencia en la comunicación y la enseñanza en personas con TEA.
- Medicamentos como los antidepresivos o los antipsicóticos. Estos pueden tener cierta eficacia en el control de los síntomas como la ansiedad y los problemas de comportamiento, respectivamente.
Consejos
- Es probable que la mayor parte de los padres tengan dificultades para identificar los signos de una disfunción neurológica en sus propios hijos. Préstale atención a los comentarios de los amigos o los familiares, en particular si guardan relación con las habilidades sociales, el desarrollo lingüístico y el comportamiento, al igual que todo momento vergonzoso ocurrido en público. Todo esto podría indicar la presencia del trastorno de Asperger.
- Las niñas con el trastorno de Asperger suelen presentar características un poco diferentes a las de los niños. Asimismo, a lo largo de la historia, la mayor parte de las investigaciones se han centrado en los niños. Si deseas obtener un diagnóstico para tu hija, lo mejor es consultar si el profesional con el que vayas a colaborar tiene experiencia con niñas.
Muy bien explicado ya que al ser un psicologo online me cuesta más reconocer estos primeros síntomas. Muy bien explciado Astrid
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