Para niños con retraso en el desarrollo, desordenes en la integración sensorial, dificultades de aprendizaje, Síndrome Down, TEA ( Autismo, Asperger,... ), TDAH (Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad ), bebé prematuro y problemas en el comportamiento.
En la Terapia Ocupacional usamos el juego como herramienta principal para desarrollar todas las habilidades y potencializar las capacidades de los niños respetando sus procesos del desarrollo de acuerdo a su edad.
Primer aula de Integración Sensorial en un colegio de Castilla Leon
Con los siete sentidos
Los alumnos de segundo de Infantil, en las actividades de motricidad.
El colegio Marista Castilla estrena un aula de integración sensorial para lograr un buen desarrollo del cerebro de los niños
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Que los alumnos organicen adecuadamente sus cerebros, que lo que
aprendan vaya encajando perfectamente en sus cabecitas, y que, además de
manejar un ‘iPhone’, sepan subir escaleras con soltura o sonarse los
mocos. Son algunas de las claves de la integración sensorial, una nueva
técnica de estimulación temprana que busca a través del movimiento y el
juego lograr un adecuado desarrollo neurológico en el niño que le
permitirá afrontar con más garantías los retos de su aprendizaje futuro.
Estas actividades son la base de un programa estrenado en el colegio
Marista, que ha puesto en marcha de forma pionera un aula de integración
sensorial bajo el título ‘Con los siete sentidos’.
Para este estreno, el centro cuenta con la asesoría de Isabelle
Beaudry, una terapeuta ocupacional canadiense con una amplia trayectoria
profesional y autora de numerosos libros, «posiblemente la que más sepa
en el mundo de este tema», según ha resaltado el director de Maristas,
Javier Velasco, en la presentación del aula de integración sensorial.
Isabelle Beaudry ha defendido este tipo de actividades, que están
presentes en los proyectos educativos de otros países y que irrumpen
tímidamente en España. «Pero hoy en día asistimos a un cambio en la
sociedad, que es más sedentaria, que dedica más tiempo al uso de nuevas
tecnologías, que vive a un ritmo acelerado, y que en muchos casos
descuida cosas que forman parte del desarrollo de los niños, como
correr, trepar y adquirir autonomía en su vida diaria», explicó durante
la presentación, insistiendo en que la motricidad es «la antesala del
aprendizaje cognitivo».
El director del colegio Marista, Javier Velasco, explica el proyecto
junto a los profesores de Infantil, otros miembros del equipo docente
del centro y representantes de La Caixa. A la izquierda, la terapeuta
Isabelle Beaudry.
Por su parte, la orientadora del centro, Feli Guerrero, ha explicado
que el objetivo de esta aula de integración sensorial es prevenir
alteraciones en el desarrollo y el aprendizaje de los niños, e
intervenir cuando se detecten casos de retrasos madurativos o de
hiperactividad.
La faceta preventiva se dirige a todos los alumnos de Infantil, que
diariamente realizan lo que se denominan circuitos motrices, como
demostraron ayer durante la presentación del programa. La faceta
terapéutica de esta iniciativa se realiza con aquellos alumnos que
presenten dificultades en su proceso de maduración y que se realiza por
parte de la terapeuta con tareas en el aula de integración sensorial.
El aula, que ha costado 16.000 euros y cuenta con el apoyo de La
Caixa, está dotada con materiales para llegar a los estímulos
sensoriales que se necesitan en las terapias, como objetos suspendidos,
piscinas de bolas o cuerdas para trepar para ahondar en ejercicios de
movimiento, táctiles o de resistencia muscular.
El aula está dirigida a los alumnos de Educación Infantil (de 3 a 6
años), si bien estará abierta a escolares de Primaria o Secundaria para
los que sea necesario.
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