domingo, 13 de octubre de 2013

Vuelta a casa con un bebé prematuro





Por fin, tienes a tu bebé prematuro en casa. Cuídale con todo el amor que sientes por él. Te necesita atenta y paciente.
Los ruidos y el jaleo molestan mucho a estos pequeños porque son especialmente sensibles. No es necesario que prohibáis las visitas, pero intentad espaciarlas. Procurad que no se junte demasiada gente en la misma habitación en la que está el niño y no permitáis que pase de mano en mano. Necesitan tranquilidad y que no se les altere.
Interpretar las señales que envía un prematuro es difícil porque sus ritmos van cambiando y son poco predecibles. La estabilización de sus patrones de comportamiento es lenta; por eso es complicado saber si tiene hambre, está cansado o se siente incómodo por algo.
Cuando le cojas hazlo suavemente, háblale bajito y con dulzura, y procura que note tu corazón. El contacto piel con piel le calmará de forma muy especial.
Cuidados especiales
Los bebes prematuros contraen más enfermedades y con más facilidad que los nacidos a término porque son más débiles. Por eso es necesario extremar las precauciones. Para evitar infecciones hay que acentuar la higiene en todo lo concerniente al pequeño y evitar el contacto con los gérmenes.
* Más higiene. Son muy efectivas medidas sencillas como lavarse las manos cada vez que se vaya a tocar o alimentar al niño y evitar visitas de personas acatarradas o con cualquier otra enfermedad.
* Aire limpio. Las vías respiratorias de los prematuros son muy estrechas y se irritan con facilidad. Para mantener el aire puro y limpio intenta mantener la casa libre de polvo, ventila con frecuencia y no permitas que se fume.
* Temperatura estable. La temperatura ambiental ideal está entre los 21 y los 25 grados. Estos chiquitines tienen dificultad para mantener su temperatura corporal y para defenderse de las temperaturas extremas. Ten cuidado con las corrientes de aire y con las ventanas abiertas. Cuando haga frío utiliza ropas que le cubran los pies, y durante las primeras semanas un gorrito para dormir. Pon la cuna alejada de las rendijas por donde pueda colarse aire.
Cómo bañarle
Al principio no es aconsejable bañarle todos los días porque su piel es muy fina y delicada. El baño se puede limitar a una o dos veces a la semana, y el resto de los días bastará con limpiarle con un pañito suave y húmedo la zona del pañal, la cara y manos, y los pliegues donde puedan encontrarse restos de leche o suciedad. Realiza esta tarea en la habitación más cálida de la casa y, si fuera necesario, utiliza un calefactor para caldearla.
El sueño del prematuro
Los bebés prematuros duermen mucho más que los nacidos en su fecha, pero por períodos más cortos, es decir, se despiertan más veces. Además, su patrón de sueño es más inmaduro, por lo que sus fases de sueño profundo son más breves, y las de sueño ligero, más prolongadas. Es habitual que gimoteen, se muevan y se sobresalten.
A no ser que el médico te indique lo contrario, debe dormir boca arriba. En una cunita pequeña se sentirá más protegido y cómodo.
Si para un bebé nacido a término es importante establecer rutinas para que aprenda a dormir –mismo horario, mismo ritual precursor del sueño- con un prematuro lo es aún más pues su sistema nervioso es más inestable y necesita mucha tranquilidad para sentirse seguro. Por lo demás, es posible que tarde algo más en conciliar el sueño o que le resulte un poco más costoso adquirir un ritmo de descanso regular, pero todo es cuestión de paciencia.

viernes, 4 de octubre de 2013

Deporte para niños con TEA

Deporte para niños con TEA

Los deportes son parte integral de nuestra formación en la infancia y juventud y por eso hablamos de educación física. También son a menudo hasta bien entrada la vida adulta, parte de nuestro ocio, de nuestra vida social, de nuestra integración en la comunidad. Participar en algún deporte y en actividades recreativas con un componente de ejercicio intenso es bueno para cualquier niño incluyendo aquellos que tienen un trastorno del espectro autista.
La actividad física, ese cansancio que parece que nos libera de tensiones, ansiedades, preocupaciones, puede ayudar a sentirse mejor a un muchacho con autismo y mejorar la calidad de la vida familiar, aunque solo sea por lo bien que duerme tras un día extenuante de actividad deportiva.
La investigación sobre el ejercicio físico nos ha demostrado que el deporte disminuye el estrés, mejora la salud en general, aumenta las habilidades motoras, y ayuda a desarrollar virtudes individuales (confianza en uno mismo, disciplina, responsabilidad, trabajo por objetivos) y sociales (comunicación, compañerismo, trabajo coordinado).
Los padres se preguntan en ocasiones qué deporte es el mejor para un hijo con TEA. Al final de este post pongo algunos deportes recomendados pero, como en cualquier otro niño, hay que dejarse guiar por sus gustos y preferencias y por aquello que se le dé bien. Hay que encontrar su deporte y no el que a su padre le gustaba de niño o le gusta ahora practicar. Es decir, si tu hijo está deseando participar en un deporte que no está en esta lista y a ti te encaja en tus horarios, en tu economía, déjale intentarlo. Como dice el eslogan, lo importante es participar y los beneficios se obtienen, en mayor o menor medida, en todos los deportes y si le gusta, tendrá constancia y estará más feliz.
Puesto que el autismo afecta seriamente a las habilidades sociales y motoras, los deportes de equipo más practicados (fútbol, baloncesto, balonmano) pueden ser difíciles para un niño con un TEA y puede ser mejor optar por un deporte individual o por un deporte que se practique en grupo pero donde la interacción no sea tan intensa ni tan exigente. Pero esto es una idea general, y para algunos el fútbol o cualquiera de esos puede ser su deporte.
Como con cualquier otro niño, los padres deben pensar en los puntos fuertes y débiles de sus hijos y empezar por aquello que tenga mayores posibilidades de funcionar. Si el deporte incluye una fase competitiva, como suele ser normal, hay que pensar qué tal lleva el niño el ruido y el caos organizado que suele ser parte integrante de cualquier evento deportivo. Hay que buscar que tenga una parte de ejercicio, que juegue a un nivel parecido al de otros niños y que sea una ocasión por él apetecida de mezclarse con otros muchachos.
Entre los problemas comentados por algunos padres estaba el captar la esencia del juego, el aprender conceptos como la estrategia de equipo o el juego limpio, las sensaciones producidas por cosas como una ropa especial o la ausencia de habilidades físicas o sociales. A favor están las percepciones que los niños reciben del equipo, el calzado, la ropa; aprender a focalizarse en una tarea, sentirse parte de un grupo; socializar, calmarse, divertirse. Entre las cosas comentadas como útiles era ver a los jugadores profesionales en la televisión e intentar copiar lo que ellos hacen y también, por supuesto, encontrar un buen mentor, ya sea el entrenador, un jugador más maduro o un responsable del equipo.
Las experiencias de otros padres pueden también ser útiles. Un padre pensaba que lo mejor para su hijo era la natación pero evitando las pruebas de relevo que imponían sobre él una presión excesiva. Otro contaba que su hijo tenía mucho interés en jugar al fútbol o al rugby pero que era posible que no fuese lo más indicado para él pues tenía un problema serio con la memoria a corto plazo y eran deportes donde la estrategia de equipo, las órdenes del entrenador tenían un peso importante en el desarrollo del partido. Para otro niño, los padres comentaban que la música, incluso de ritmos muy vivos le calmaba y tenía buen ritmo interno, por lo que le habían apuntado a unas clases de hip-hop. Para su hijo había sido el descubrimiento del año y habían buscado un campamento donde hubiera otro paquete de clases de baile o aerobic para el verano.
Si te gustaría que tu hijo con autismo practicara un deporte de equipo, una buena forma de empezar es jugar juntos. Puedes ir a tirar juntos a una canasta, dar patadas a una pelota pasándoosla el uno al otro, aprender a patinar el uno junto al otro… Estarás poniendo los cimientos tanto de unas habilidades físicas como también de otras sociales. Tu hijo aprenderá esas normas básicas de respetar los turnos, seguir unas reglas, disfrutar del juego, respetar al contrario, competir. En el largo plazo esas experiencias compartidas son las que ayudan a fortalecer los vínculos entre padre e hijo.
Entre los deportes más practicados por niños con TEA están los siguientes:
  • Natación. La natación es posiblemente el deporte número 1 para los niños con autismo. A muchos les encantan las sensaciones de la piscina, los movimientos en el agua, bucear…  Incluso los que tiene pocas habilidades motoras y no son hábiles en los deportes que usan un balón o una pelota, pueden manejarse muy bien en los ejercicios de brazos y pies de la natación. También permite participar en un equipo donde cada nadador compite individualmente, con lo que se puede aprender el formar parte de un grupo sin sentir el agobio de las dificultades de comunicación o de integración en la estrategia de equipo.
  • Campo a través. Es curioso como enseñamos a los niños pequeños deportes complejos como el fútbol o el baloncesto mientras que lo más natural, correr y saltar, lo hacemos normalmente con niños mayores. El cross, la carrera a campo través, requiere menos habilidades de comunicación que la mayoría de los deportes de equipos y un muchacho que corre bien, aunque sea poco comunicativo, es valorado como un miembro importante del equipo.
  • Equitación. La equitación es un deporte caro. Dejando eso aparte, es un deporte excelente para los niños con autismo. De hecho, algunos niños con un TEA van cada semana a montar unas horas a caballo como parte de su terapia, la llamada equinoterapia. No es raro que a muchos niños con autismo les resulte más fácil comunicarse con animales que con otras personas y algunos niños con TEA tienen resultados excelentes como jinetes.
  • Bolos. A pesar del ruido de las boleras, los bolos suelen ser de las actividades preferidas por bastantes niños con autismo. Puede ser debido a la predictibilidad de las jugadas: tiras dos veces y te sientas o al movimiento de los bolos cayendo o la bola deslizándose por la pista. En cualquier caso, puede merecer la pena hacer un intento.
  • Ciclismo. Personalmente, considero que la bicicleta es el mejor regalo que un niño puede recibir. Montar en bicicleta puede ser algo difícil para los niños con autismo, debido a que no consiguen mantener el equilibrio con facilidad, algo que se puede solucionar con un triciclo o con paciencia. Pero una vez que han dominado la técnica básica, el ciclismo puede ser una forma maravillosa de disfrutar del aire libre. Como muchos de los deportes que estamos describiendo se puede practicar solo o en grupo y de forma competitiva o solo por disfrutarlo. Puede tardar un poco más en aprender, no ser especialmente habilidoso pero puede disfrutar de la bici como cualquier otro niño, esa sensación del aire en la cara, del paseo tranquilo, de explorar caminos… También merece la pena intentarlo y ver si éste es su deporte.
  • Senderismo. Para mucha gente con TEA, la paz y silencio de la naturaleza libera de mucho estrés. El senderismo, que puede ser una actividad individual o en grupo, es una forma fácil de hacer ejercicio y disfrutar del campo o la montaña sin la presión de imponer una comunicación social intensa.
  • Pesca. Como en el caso del senderismo, la pesca es una actividad interesante para cualquier niño o adulto con TEA que disfrute la vida al aire libre, el contacto con la naturaleza.
  • Artes marciales. Las artes marciales combinan los elementos de predictibilidad y reglas claras con el reto que significa la interacción física con otras personas. Para muchos niños con autismo,  las artes marciales ayudan a desarrollar habilidades físicas (equilibrio, fuerza) al mismo tiempo que mejoran características psicológicas (autoestima, disciplina)
Entre las opciones preferidas por algunos niños están las siguientes: Hockey, Baloncesto, Fútbol, Béisbol, Tiro con arco, Tenis, Vela o Golf.
También, aunque no sea en sí un deporte, los scouts pueden proporcionar a un niño con autismo un amplio rango de actividades físicas. Los scouts suelen estar familiarizados con niños con necesidades especiales aunque no todos los grupos serán igualmente adecuados para tu hijo. Si después de una temporada en un grupo piensas que tu hijo no recibe la atención que merece, cámbiale de grupo. Algunos jefes de grupo son mejores para los niños con necesidades especiales que otros. Puedes hablar con otros padres, explorar en redes sociales, tener una reunión con algún responsable del grupo scout… lo que te toca hacer en tantos sitios diferentes para distintos tipos de actividades.








 


domingo, 22 de septiembre de 2013

LA RELACIÓN DE LOS NIÑ@S CON AUTISMO Y SUS HERMAN@S.




Sobrellevar con éxito el problema de tener un hermano o hermana con autismo significa cosas distintas para los diferentes niños. A pesar de ello existen ciertos aspectos comunes en todas las familias con hijos con alguna discapacidad:

- Pérdida de la esperanza de ser una familia "normal".
- Pérdida de una relación regular entre hermanos.
- Luchar por una identidad individual.
- Aspectos de responsabilidad compartida y apropiada.
- Lo hermanos menores se encuentran en una situación invertida, la cual implica asumir
responsabilidades mayores que otros niños de su misma edad, si el hermano asume
responsabilidades que se escapan a su edad, su infancia y desarrollo se verán afectados.
- Los hermanos mayores asumen el papel de apoyo de sus padres, a pesar de que los niños necesitan ser niños y no un componente del sistema de apoyo de los padres.
- Problema de privacidad.
- Incomprensión de la naturaleza del autismo.
- Incomprensión de ciertas coductas del hermano con autismo.
- Las recompensas no son tan frecuentes y tan fácilmente accesibles para el niño sano como para el niño con autismo.
- Enfretarse a las burlas de los compañeros y a las preguntas inquisitivas de otras personas.

Para evitar los problemas mencionados y para fomentar el desarrollo normal de los hermanos debemos comenzar por establecer una relación positiva entre los hermanos lo antes posible. los hermanos deben comprender que su hermano o hermana es diferente.

Enseñar a los hermanos qué es el autismo
Puede resultar muy útil enseñar a los hermanos estrategias conductuales empleadas por los padres y profesores. el hecho de proporcionar estas directrices a los hermanos también ayuda al hermano con autismo, ya que existe la posibilidad de que el niño con autismo empiece la interacción con hermanos. si los niños se relacionan bien debemos
recompensar a ambos.

Satisfacer las necesidades de los hermanos
Los hermanos de niños con autismo presentan a menudo enfados, celos y falta de atención, si dejamos que estos sentimientos se expanda, pueden volverse crónicos. Debemos tratar a los hermanos no solo como hermanos, sino también como personas individuales, con sus propias necesidades, deseos, sueños y derechos. los padres deben reservar como mínimo algunos minutos al día para hablar con el hermano de un niño con autismo. Durante este tiempo hay que prestar una atención completa al niño. no hay que usar este tiempo para discutir sobre autismo, sino que hay que hablar sobre sus deportes favoritos, proyectos, intereses, etc., e implicarse en actividades que le gusten.
Deben disponer de tiempo y de energía para jugar y para estar con sus propios amigos.

Problemas de conducta y adapatación
Los problemas de conducta de un niño con autismo y el estrés materno pueden tener en algunos casos, un impacto negativo sobre la adaptación emocional y psicológica de los hermanos al niño sin autismo hay que garantizarle que se le quiere y que no debe preocuparse por su seguridad. para llamar la atención, a veces se comportan como su
hermano con autismo e imitan su conducta. esto causa a sus desbordados padres aún más angustia. en estos casos, la ayuda de un especialista será útil.

* Jugar juntos
Las actividades lúdicas entre un niño con autismo y su hermano, parecen ser imposibles, pero existen enfoques que pueden ayudar. si se practican actividades lúdicas con hermanos sin autismo, aumentan las ocasiones para mejorar las relaciones sociales. al jugar juntos los hermanos pueden fortalecer su conexión emocional. ambos pueden aprender lo bonito que es disfrutar juntos del juego. también es beneficioso introducir un juego paralelo (por separado) en el programa diario, momento en el que cada niño juega con sus propios juguetes de forma independiente, aunque están físicamente cerca dentro de una misma habitación o en la misma mesa. una extensión del juego paralelo es el juego de cooperación. existen algunas actividades o situaciones en que los hermanos no deben implicarse. esto ocurre cuando uno de los niños no quiere jugar o no disfruta del juego. Un entorno con muchos estímulos tampoco es adecuado para enseñar el juego mutuo. Debemos escoger actividades que probablemente resultarán adecuadas, porque sino el hermano sin autismo puede creer que es culpable del fracaso. para evitar el fracaso los padres deben dominar todas las actividades y éstas deben ser planeadas y predecibles.

* Crear un sentimiento de igualdad
A pesar de que la igualdad no es realista, el niño sin autismo debe sentirse igual a su hermano o hermana con autismo, al menos a los ojo de los padres. el niño sin autismo debe estar seguro de que los padres están orgullosos de sus logros. si se alaba o recompensa al niño con autismo por cualquier pequeño logro, los padres también deben reforzar y recompensar la conducta positiva del hermano. debemos encontrar algunas actividades en casa que ambos puedan compartir y por la que podamos recompensarles a los dos.

* Organizar grupos de apoyos para los hermanos
Un adulto que también sea hermano o hermana de una persona con autismo es el que normalmente coordina estos grupos. durante las sesiones los hermanos pueden compartir sus experiencias, sus esperanzas, sus miedos, discutir sobre sus sentimientos, aprender cómo responder a algunas preguntas desagradables de sus compañeros u otras
personas. dejan atrás sus sentimientos de soledad y pueden comprobar que hay otros niños en su misma situación. estos grupos de apoyo proporcionan a sus miembros una visión más optimista sobre la situación. las reuniones deben ser regulares, continuadas y deben tener en cuenta las necesidades de los participantes del grupo. los grupos de apoyo y auto-ayuda son útiles para los hermanos a cualquier edad.

* Prepararse para situaciones difíciles con los compañeros y en la comunidad.
Los niños sin autismo tropiezan con las burlas de sus compañeros y estos les produce mucho estrés e incluso puede llevarles al aislamiento. debemos ayudar al niño a comprender que solo las personas ignorantes se burlan de las discapacidades de los demás y que no siempre es importante lo que estas personas piensan. enseñarles a responder preguntas difíciles y burlas, y practicar con él cómo reaccionar en situaciones difíciles.

Enlace para ver el texto original















jueves, 12 de septiembre de 2013

Grupo para bebes

Aquí estoy de vuelta del verano con nuevas ideas y las pilas cargadas.
Os presento el grupo de bebes, algunos ya lo conocen del curso pasado, que vamos a empezar con grupos nuevos uno en Granada y uno en el Barrio de Monachil.
Anímate a probarlo, aqui os dejo la información.

Os deseo a todos un buen comienzo
Saludos
Astrid



Grupo de bebes



con su madre/padre

(1 a 14 meses)
- Juegos que acompañan el desarrollo
- Psicomotricidad
- Despertar los sentidos
- Relajación y masaje infantil
- Charlas e intercambio de experiencias
- Conocer otras madres y/o padres


¡Ven a disfrutar las actividades con tu hijo!
Primera hora gratis

Empezamos con grupos nuevos
Plazas limitadas
Lunes
Hora: de 10.00 a 11.30h
Al lado del Palacio de Congresos(Granada)

Miércoles
Hora: de 10h a 11.30h
Barrio de Monachil



Para más información:
635203884 (Astrid) astrid.456@hotmail.es












viernes, 19 de julio de 2013

La pirámide de la actividad física




La pirámide de la actividad física nos dice que para un buen desarrollo psicomotor, físico, emocional y social hay que buscar el equilibrio en nuestras actividades cotidianas.Comparte con los tuyos momentos de diversión y movimiento



jueves, 4 de julio de 2013

27 cosas que deberían haber experimentado tus hijos antes de cumplir los 6 años

Cada generación de niños lo tiene más difícil que la anterior. La mayoría de los niños de hoy van y vuelven a la escuela en el auto de los papás y por las tardes pasan cada vez más tiempo recluidos en casa. No es raro ver que los parques infantiles están a menudo vacíos bastante antes del anochecer.
Nuestros hijos viven en una especie de burbuja, bajo una lluvia diaria de estímulos artificiales y es habitual que tengan como primer recurso para entretenerse algúngadget electrónico o bien se enganchen a la pantalla del televisor. La escuela, las tareas escolares, las extra-escolares…Pero ¿de cuanto tiempo disponen en la actualidad los niños para ser niños?.
Niños y naturaleza
Saltar, gritar, caminar descalzos, mancharse la ropa, correr. Jugar, caer y aprender a levantarse sólos para seguir jugando. Experimentar con el propio cuerpo y con sus límites, recorrer prados, bosques, ríos y zonas verdes libres de autos y de contaminantes.
Investigar de que está hecho el mundo. Salir a explorar toda la magia de lo que les rodea bajo la mirada cómplice de los padres o perderse con los amigos en una cueva secreta hecha con cartones…
En los últimos años  un cúmulo de investigaciones científicas de diferentes disciplinas confirman esta idea: el juego libre y espontaneo, lejos de una pérdida de tiempo, es imprescindible para una crianza plena… aunque ahora sea a nosotros a quien nos toque lavar la ropa al llegar a casa.
A continuación una lista de las 27 cosas que todos los niños hijos deberían haber experimentado antes de los 6 años. Está redactada por unos educadores de las escuelas infantiles verdes danesas.  Tal vez no haya sido posible cumplir estas 27 cosas antes de los seis para tu hijo o ni siquiera todavía para ti asi que, en ese caso,  ¿a qué esperáis?.
Seguro que entre todos se nos ocurren varias más, no olvides dejar tu comentario.

Via Grupo de juegos en la naturaleza Saltamontes, de Collado Mediano de Madrid.







martes, 18 de junio de 2013

Juegos y juguetes para niños con autismo


Los niños con autismo juegan, como todos, aunque con sus particularidades. Por ello, existen juguetes que se adaptan mejor que otros a sus características y que pueden ayudarlos a manejar mejor aquello en lo que fallan. Presentamos algunos novedosos y otros que ya existen en el mercado. Para elegir los que van con un niño en particular siempre es necesario tener en cuenta al propio interesado y no olvidar que, más allá de las cuestiones didácticas (que, intencionalmente o no, siempre están en cualquier juego), jugar tiene que proporcionar un disfrute en quien juega.

Articulo de la revista 'El Cisne' digital. Al final os dejo el enlace.
<p>Juegos y juguetes para niños con autismo</p>Preliminares
El juego es prácticamente una actividad natural en los niños. Es una de las formas de explorar el universo que los rodea y de ir comprendiendo de manera no traumática cómo es el entorno social y físico en el que les toca habitar.
También es una manera de relacionarse con los otros y de posicionarse respecto del entramado de interacciones y de ubicarse, acomodándose paulatinamente, en los roles asignados culturalmente, en su lugar y su tiempo, para su sexo, nivel socioeconómico y una serie de microvariables que comprenden su familia, su barrio o localidad y muchas otras. Por supuesto que esa ubicación no es inmutable y para siempre, puesto que las costumbres cambian y también intervienen factores afectivos, cognitivos, etc., de la propia persona.
Al mismo tiempo, se desarrolla mediante la actividad lúdica la capacidad de representar y simbolizar, que da cabida a lo que se conoce como juego social, es decir, aquel que involucra a otros y requiere imaginar y fingir, basándose para ello en lo que el niño ha observado, sea un superhéroe de un programa de televisión o cualquier actividad que ha captado en la realidad.
Otra de las funciones (y no la menor) es la de proporcionar esparcimiento mediante una actividad placentera.
A su vez, el juego está considerado como una valiosa herramienta pedagógica, que, sobre todo en los más pequeños, resulta muy útil para incorporar contenidos normados, más allá de que el juego en sí mismo, aun aquel no programado, ayuda a anexar saberes.
Las formas de jugar van evolucionando junto con los pequeños, agregando complejidad simbólica y pasando a actividades que incorporan normas para su desarrollo.
En realidad, el juego, de una manera u otra, nos acompaña toda la vida, a algunos más, a otros menos.
Pese a las diferencias apuntadas acerca de lo geográfico, social, familiar, epocal, etc., la estructura que se observa en la operación lúdica, al menos desde Piaget hasta el presente, podría decirse que es universal. Es decir, cada niño tiene sus peculiaridades al respecto, pero la sucesión de pasos sigue patrones que involucran a la gran mayoría.
Decimos que a la gran mayoría, porque hay niños que, por cuestiones motoras, sensoriales y de diversos tipos no es que no juegan (salvo excepciones), sino que lo hacen de manera diferente.
Dentro del universo del juego infantil, los juguetes poseen una atracción mágica, más allá de las campañas de marketing (en ocasiones, la caja y el embalaje de un electrodoméstico resultan una fuente inconmensurable de actividad lúdica, por ejemplo).
Así como hay juguetes apropiados para cada edad evolutiva de los pequeños, también existen aquellos que se adaptan mejor a las particularidades de los niños que portan alguna discapacidad.
En este caso, vamos a referirnos concretamente a algunos que han sido diseñados o que pueden acomodarse a las peculiaridades de los niños con Autismo y que, además de proporcionarles momentos de diversión, puedan estimular sus sentidos, su socialización y/o su aprendizaje.

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